Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1948 nació la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Genocidio, término éste previamente acuñado por el abogado polaco Raphael Lemkin, que se define como crimen internacional clasificado en el grupo de crímenes de lesa humanidad y cometido por un gobierno con la intención de exterminar sistemáticamente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso; ya sea asesinando a los miembros del grupo, o atacando su integridad física o mental, o exponiendo al grupo a condiciones de vida que conducen a su destrucción.
Hoy, recopilamos algunos de los casos de genocidio más aterradores y notorios que tuvieron lugar en todo el mundo durante el siglo XX. Las imágenes pueden ser duras, pero son necesarias crear conciencia y para que tales prácticas sean cosa del pasado.
Genocidios en Europa
Holodomor
En la Unión Soviética, durante el gobierno de Stalin, los campesinos fueron los que tuvieron que pagar el precio por la política de industrialización implantada por el dictador. Así, la colectivización forzosa derivó en una de las más pavorosas tragedias del siglo.
El grano era necesario para pagar la importación de maquinarias. Debido a las pobres cosechas de 1927, los campesinos se negaron a recibir el vil precio que imponía el gobierno, así que Stalin envió militantes armados para secuestrar las cosechas y comenzaron las atrocidades.
Al año siguiente los Kulaks, o campesinos independientes sembraron menos y hubo hambrunas, y en el mes de diciembre comenzó la violencia en gran escala. Stalin había decidido aplastar a los kulaks y les declaró la guerra.
Según el estudioso Leszek Kolakowski fue "la operación bélica más masiva ejecutada nunca por un Estado contra sus propios ciudadanos". Según palabras de Winston Churchill, Stalin le habría comentado en una reunión en Moscú, que se había despachado a diez millones de campesinos, Otros diez millones fueron deportados a Siberia o recluidos en campos de Asia Central. Los sobrevivientes volvieron a quedar atados a la tierra como en la época feudal: despojados de sus propiedades y llevados a las mega-granjas denominadas "fábricas de granos".
La población de los campos de concentración, desde 1930 hasta la muerte de Stalin en 1953 no bajó nunca de los diez millones. Minería, forestación, agricultura e infraestructura del transporte crecieron con mano de obra esclava. Éste que fue unos de los más grandes genocidios del siglo XX, se mantuvo en secreto hasta comienzos de los años 80 y se llamó Holodomor, que en ucraniano significa literalmente "matar de hambre".
El Gran Terror o las Purgas de Stalin
Liquidada parte del campesinado, la matanza continuó. En 1934 se recluyó en campos de trabajos forzados a cuarenta mil habitantes de Leningrado (hoy San Petersburgo). Luego comenzaron las purgas: cinco mil miembros del partido oficial fueron asesinados: Entre 1936 y 1938, Stalin mandó a ejecutar a treinta mil militares de alta graduación. En total murieron un millón de disidentes.
En los campos de detención, la cosa no fue mejor: el historiador ruso Roy Medvedev calcula que entre 1936 y 1939 murieron allí 4,5 millones de personas, quinientas mil de ellas fusiladas sin juicio alguno. Según sobrevivientes, bastaba un mes de régimen para convertir a una persona saludable en una ruina.
Después de la Segunda Guerra Mundial, las purgas continuaron: desde 1946, contra intelectuales y científicos, y desde 1948 contra los judíos. Así murió otro medio millón de personas.
El Holocausto judío
El horror de la "solución final al problema judío", fue un genocidio que avergüenza a la humanidad entera y no debe caer en el olvido.
Heirich Himmler fue el encargado de poner en marcha la matanza y la esclavización de toda la población no aria proyectados por Adilf Hitler.
Los nazis establecieron unos 67 campos de concentración de gran tamaño, de los cuales ocho eran de exterminio y dos mil más anexados a ellos, tanto en Alemania como en los territorios ocupados durante al Segunda Guerra Mundial, campos como Dachau y Auschwitz son tristemente famosos por la gran cantidad de personas que murieron en ellos.
En total, dieciocho millones de seres humanos de toda Europa fueron recluidos en esos lugares. Once millones (incluyendo dos millones de niños) murieron en ellos entre las víctimas figuraron casi seis millones de judíos y doscientos cincuenta mil gitanos, además de checos, rusos, belgas, noruegos, ingleses, norteamericanos y alemanes.
Samudaripen o Porraimos
Estos son los nombres con los que se conoce a la persecución y exterminio que llevaron a cabo los nazis contra personas de etnia gitana o romaní en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. El proceso fue similar a otros casos del Holocausto: discriminación en la propia sociedad, pérdida de derechos, encarcelamiento en guetos, deportación a campos de concentración y trabajos forzados, esterilización y exterminio. La principal diferencia entre el caso Porraimos y otros casos del Holocausto es que la persecución de los gitanos ha sido ignorada y silenciada, en gran parte debido al desprecio que gran parte de Europa tiene hacia los romaníes desde hace siglos.
La Masacre de Srebrenica
Más recientemente, la masacre de Srebrenica, declarada genocidio por la Corte Internacional de Justicia en La Haya, tuvo lugar en julio de 1995 en medio de una serie de conflictos en los Balcanes desde la disolución de la Unión Soviética y la desaparición de Yugoslavia. La ciudad, en la que se había establecido un campo de refugiados predominantemente bosnio-musulmanes, fue declarada "zona segura" por la ONU en 1993, pero esto no impidió que un gran contingente de paramilitares serbios bajo el mando de Ratko Mladić rodeara el campo. entra en él y destruirás a 8000 personas sin distinguir entre hombres, mujeres o niños.
Genocidios en Asia
El genocidio armenio
Entre los años 1915 y 1923 las autoridades del gobierno turco pusieron en marcha una operación destinada a "otomanizar" Turquía con el simple método de exterminar a toda la población cristiana, que en aquel entonces llegaban a un 20% de los habitantes del ya decadente Imperio Otomano. Decisión: se comenzaría por los armenios y luego seguirían con los demás grupos. Resultado: más de un millón y medio de armenios y medio millón de griegos asesinados y el grueso de los sobrevivientes expulsado de su territorio histórico.
Las matanzas de armenios no eran cosa nueva, pero el 24 de abril de 1915 comenzó la masacre al por mayor. Las tropas turcas rodearon los poblados armenios: los hombres fueron asesinados; los adolescentes de mejor apariencia se destinaron a los harenes o a los propios soldados; el resto comenzó el camino a ninguna parte. Miles de ancianos, mujeres y niños fueron arreados hacia el desierto, donde se los dejaba morir de hambre, a merced de bandas de beduinos y kurdos. En la ruta, los gendarmes responsables de los contingentes podían hacer con los prisioneros lo que quisieran. Se podía seguir el rastro de las caravanas por los cadáveres que quedaban.
Turquía negó la matanza. Sin embargo se filtraron algunas instrucciones dadas por Talaat Pashá, entonces ministro del interior: "No hay necesidad de un orfanato, decía una de ellas fechada el 21 de septiembre de 1915. No hay tiempo de dar paso a los sentimientos y alimentar a los huérfanos, prolongando su vida. Envíenlos al desierto e infórmennos al respecto. Talaat".
La Revolución cultural en China
El 16 de mayo de 1966, el Partido Comunista de China anunció el inicio de un proceso con profundos y dolorosos efectos en la vida política, social y económica del país: la "Gran Revolución Cultural Proletaria", conocida simplemente como la Revolución Cultural.
Su objetivo declarado era purificar la sociedad china de la influencia capitalista y el pensamiento burgués. Y esto ha resultado en limpieza política, exilios, ejecuciones y trabajos forzados para millones de personas enviadas a granjas especiales para "reeducación".
Con el pretexto de acabar con los elementos burgueses y subversivos ocultos en la sociedad china , el régimen chino y su "Gran Timonel" abrieron las puertas a una década de persecución, adoctrinamiento y asesinato, hecho que implicó la muerte de entre uno y veinte millones de personas.
La Revolución Cultural, en la que la juventud fue la principal protagonista, también permitió al líder comunista Mao Zedong liberarse de sus enemigos e instigar un culto en torno a su personalidad que sobrevive hasta nuestros días, aunque el juicio terminó con su muerte hace una década.
Camboya y el Khmer Rojo
Ubicada en la península de Indochina, Camboya (antigua colonia francesa) logró su independencia en 1953, pero tuvo que enfrentar la guerrilla comunista del Khmer Rojo. En 1970 el príncipe Norodorm Sihanuk, que desde 1960 gobernaba el país en el marco de una monarquía constitucional, fue derrocado por un golpe militar. La lucha contra la guerrilla, que causó centenares de miles de muertos, prosiguió hasta abril de 1975, cuando los comunistas liderados por Pol Pot tomaron la capital, Phnom Penh. El Khmer Rojo estaba decidido a transformar Camboya en un estado agrícola. Para ello vació las ciudades a punta de fusil y envió a sus habitantes al campo. Esta medida formaba parte de un proceso cuyo objetivo era "desintegrar, mediante el terror y apelando a otros métodos, las estructuras tradicionales que han orientado la vida del individuo para después reconstruirlas de acuerdo con las doctrinas del partido". En los siguientes meses este régimen aniquiló entre un millón y tres millones de personas y dio piedra libre a las peores crueldades imaginables. Entre los grupos masacrados sistemáticamente figuraron oficiales del ejército, mendigos, prostitutas, docentes, estudiantes y enfermos incurables. Otro medio millón buscó refugio en Tailandia.
Con el derrumbe del mundo colonial europeo, las nuevas naciones africanas heredaron territorios arbitrariamente divididos entre las seis potencias que se repartieron el continente en 1885, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica, España y Portugal. Las sucesivas independencias, celebradas como el logro hacia una humanidad más igualitaria, también acarrearon sanguinarias guerras fratricidas.
Namibia: el genocidio Herero y Namaqua
Perpetrado a principios del siglo pasado, entre 1904 y 1907, en el suroeste de África, en lo que hoy es Namibia, que en ese entonces pertenecía a Alemania, es considerado el primer genocidio del siglo XX. El conflicto comenzó cuando Herero y Namaqua se rebelaron contra los colonos alemanes y estalló la guerra. entre el poder europeo y la población local. Los alemanes, superiores en número y en armas, masacraron a los herero y a los namaqua dentro y fuera del campo de batalla; Obligaron a los prisioneros a realizar trabajos forzados y los dejaron hambrientos, envenenaron pozos y fuentes de agua y los persiguieron hasta el desierto, donde muchos murieron por deshidratación.
Se estima que murieron entre 25.000 y 60.000 Herero (50-70% de la población) y aproximadamente 10.000 Namaquas (50% de la población).
Nigeria/Biafra
Allí convivían etnias muy disímiles: los hausa y fulanis, musulmanes, vivían en el norte, yorubas en el sudoeste e ibos en el sudeste. Llegada la independencia en 1960, comenzaron las tensiones entre las distintas regiones y pugnas feroces por el control del gobierno. En mayo de 1966, tras un golpe de Estado, casi treinta mil ibos que residían en el norte del país fueron masacrados. Al año siguiente el general Ojukwu, de origen ibo, proclamó la independencia del este de Nigeria, con el nombre de Biafra. Como en la zona se había descubierto petróleo, Londres apoyó la secesión de Biafra, mientras que Estados Unidos, Francia e Italia enfrentaron los intereses británicos en la región. Pronto estalló una guerra que duró hasta 1970. En ella murieron más de un millón y medio de biafranos, lo que representaba un 90% de la población, muchos de ellos por hambre.
Sudán
Entre 1899 y 1950 este territorio se convirtió en condominio angloegipcio y zona de fricciones por las aspiraciones francesas de llegar al Océano Índico. La independencia llgó en 1955, pero encontró a la flamante república, sumida en una cruenta guerra civil que duró dieciséis años. Cuando se firmó la tregua, en marzo de 1972, de los seis millones de sudaneses meridionales, más de medio millón habían sido eliminados. Otros dos millones se vieron empujados al exilio o a vagar sin destino fijo por un país destrozado y en permanente tensión con el vecino Egipto.
Ruanda
El genocidio de Ruanda responde a un nuevo caso de depuración étnica. Tuvo lugar en 1994 y durante unos meses, (para ser más precisos 3) la población hutu diezmó al 75% de los tutsis del país. Estas dos etnias exhibieron muchas diferencias sociales, religiosas y tribales durante mucho tiempo cuando el país todavía estaba bajo el control de las potencias europeas y los tutsis pertenecían a una de sus minorías geográficas preferidas. La cifra estimada de muertos durante la masacre tutsi fue de alrededor de 800.000 personas, incluidos hutus moderados y opositores políticos, a los que hay que añadir violaciones, torturas y personas desplazadas.
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