Alejandro Magno y el Harén de Darío

 Tanto la historia como la anécdota y la leyenda nos van a presentar, tras la terrible carnicería del campo de batalla, a un Alejandro en su faz más benévola y humana.

La Batalla de Isso y la Familia Imperial

Luego de la batalla de Isso, Alejandro se alzó con un botín sumamente fastuoso, donde no solo se encontraba la lujosa tienda de Darío, sino que también fue dueño del harén del rey, donde se encontraba nada menos que la Familia real; la reina madre Sisigambis, la reina consorte, Estatira, sus hijas Barsine-Estatira y Dripetis y su hijo pequeño Oco de seis años.
Alejandro respetó a toda la familia de Darío y a las demás mujeres del harén, entre las cuales se destacaba Estatira, la esposa de Darío, quien estaba considerada como una de las mujeres más hermosas de Asia, honrándolas como damas de alta alcurnia, entablando además, una gran amistad con Sisigambis, la reina madre. En el harén también viajaba Bagoas, el eunuco amante de Darío, (quien también se dijo que fue amante de Alejandro), que también fue respetado. Se dice que Alejandro al conocer el harén, exclamó:
"La belleza de las mujeres persas deslumbra a cuantos las contemplan".
Alejandro ante la familia de Darío

Alejandro se encuentra con Sisigambis

Sobre este encuentro hay una curiosa anécdota. Alejandro, solicitando audiencia con la soberana se presenta ante ella, con su inseparable Hefestión ; Sisigambis se adelantó para honrar al rey, con tal mala puntería que la reverencia la hizo ante Hefestión, quien era más alto y dicen que hasta más apuesto que Alejandro. Cuando se le avisó del error, la reina, muy confundida quiso disculparse con el verdadero soberano, pero Alejandro restándole importancia a lo sucedido, le respondió: "No te equivocaste, madre; este hombre también es Alejandro".

A continuación honró a las soberanas cautivas, con todos los honores, y sólo acercándose a ellas después de pedir audiencia formal.
Este gesto de Alejandro hizo que Sisigambis y su familia perdieran el miedo ante el nuevo soberano, para dar paso a la admiración de su persona.

Detalle del mosaico de Pompeya que representa la batalla de Isso

Sisigambis adopta como hijo a Alejandro Magno

Como ya dijimos el cautiverio de la familia real no fue tal, ya que el trato de Alejandro con Sisigambis y su prole fue siempre con respeto. Tal es así que éste trato no cambió ni cuando Darío ofreció un cuantioso rescate por la devolución de su familia, cosa que Alejandro rechazó agregando en su respuesta que en adelante Darío debía dirigirse a él como el soberano de toda Asia y no como un igual, invitando al antiguo rey a que si no compartía su opinión que se midieran en el campo de batalla y no huyera.
Fue así que en la Batalla de Gaugamela, dos años más tarde, una unidad de caballería escita se adentró en el campamento macedonio, con la misión de rescatar a la familia real, gran sorpresa se llevaron los comandante de dicha misión cuando vieron que tanto la reina madre como su familia se resistían a irse ya que no querían traicionar la noble deferencia que Alejandro había tenido con ellas.

Alejandro y Darío en Gaugamela

Luego de la derrota de Gaugamela, Darío huyó a Ecbatana, donde fue traicionado y asesinado por un grupo de nobles y sátrapas de la región. El cadáver de Darío fue llorado por sus hijas cuando les fue entregado en Persépolis pero, según el historiador romano Quinto Curcio Rufo, Sigigambis no derramó ni una lágrima por él, debido a que la había abandonado en Isso junto a los demás, e incluso declaró que sólo tenía un hijo que fuera rey de toda Persia, en referencia a Alejandro.


Fuentes: Alejandro Magno: Pasión, poder y heroísmo. Imaginador

https://www.labrujulaverde.com/2018/07/sisigambis-la-madre-de-dario-iii-renego-de-su-hijo-y-quedo-cautivada-por-alejandro-magno

 


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