Fernando VII nacido en el año 1784, no es uno de los personajes más queridos en la historia de España, es más, está catalogado como el peor rey de dicho reino.
La Imagen de Fernando ante sus súbditos
También hay que decir que le tocó reinar en un momento muy convulsionado de la historia de España, llamado "El deseado", por unos pocos, la mayoría del pueblo lo tenía como "el rey felón", mote que se debe a sus intrigas y traiciones.
En temas de estado no fue muy brillante y tampoco era muy agraciado, nos basta ver sus retratos para darnos cuenta que de bello tenía muy poco, tal es así que la madre de su primera esposa, María Antonia de Nápoles, (con quien se casó en 1802) dijo: "mi hija lloró la primera vez que lo vio. Su aspecto era horrible. De toscas facciones, pesaba más de cien kilos, su voz era aflautada, y su carácter de una insoportable apatía".
Un rey muy bien dotado
Pero como si fuera poco, estigmatizado por ser feo y con sus apodos, el rey cargaba entre sus piernas con un miembro reproductor de tamaño descomunal, cosa que al parecer podría favorecerle en algo, pero esto estaba muy lejos de la realidad.
Don Fernando padecía de una enfermedad llamada macrosomía genital, la cual consistía en tener un pene de proporciones desmedidas, tal es así que el historiador francés, Prosper Mérimée, quien lo había visto escribió "es en su base fino como una barra de lacre, mientras que en su extremo es grueso como un puño y es tan largo como un taco de billar".
Esta desproporción unida a que el rey no era muy ducho en las artes amatorias, hizo que le fuera muy difícil consumar el acto con sus esposas, ya que contrajo matrimonio en cuatro ocasiones, pero solo con la cuarta logró tener descendencia.
Matrimonios y descendencia de Fernando VII
Su primera esposa fue María Antonia de Nápoles, con quien se casó cuando tenia 18 años, no consumaron hasta un año después de casados ya que el entonces Príncipe de Asturias se comportaba de forma tosca y torpe en el lecho nupcial, provocando miedo y rechazo por parte de su esposa, la joven princesa tuvo dos abortos y murió prematuramente de tuberculosis en 1806.
María Isabel volvería a quedar embarazada, pero en diciembre de 1818, tuvo lugar un hecho trágico y espantoso, ya que sufrió un desmayo profundo, con tan mala suerte que los médicos la creyeron muerta, y debido a su avanzado estado de embarazo decidieron hacerle una cesárea, para salvar al bebé. cuentan las crónicas que al cortarla, ella profirió un grito desgarrador que hizo que los médicos se dieran cuenta que estaba viva, pero murió en el acto al igual que el nonato que fue sacado sin vida.
El matrimonio duró hasta 1829, año en que murió la reina, pero durante la década que estuvieron casados tuvieron muy pocas relaciones, al principio por la inexperiencia de ella debido a su corta edad y el terror que le confería ver a su marido en el lecho nupcial con su enorme miembro deforme, el cual no sabía usar con delicadeza y le confería mucho dolor a su joven esposa.
Era tan rotunda la negativa de la reina a tener relaciones con Fernando, que éste llegó a pedir la mediación del entonces Papa Pio VII, quien escribió a la reina explicándole la importancia que tenía el yacer con el Rey, pero de poco sirvió dicha encomienda ya que al poco tiempo ella murió.
En diciembre de ese mismo año y ante la desesperación de no poder tener un heredero, (el desmesurado pene del rey ya se había transformado en un tema de Estado), Fernando contrajo nuevas nupcias, esta vez sería con María Cristina de las Dos Sicilias, aquí fue cuando los médicos llegaron a la conclusión de que quizás el problema fuera el desmesurado tamaño del rey y no que sus esposas no fueran capaces de procrear, entonces crearon una especie de almohada con un agujero en el medio, que se colocaría en medio de los cónyuges a la hora de intimar, que haría de tope y así no infligir tanto daño en la jóven esposa.
El invento dio sus frutos y en octubre de 1830 nacía la primera hija de la real pareja, María Isabel Luisa de Borbón (la futura Isabel II de España). Incluso dos años después tuvieron otra hija, Luisa Fernanda.
La Muerte de Fernando VII
El 29 de septiembre de 1833, a los 48 años de edad, muere Fernando VII debido a una insuficiencia renal, dejando como heredera del trono a su hija Isabel, de la cual fue regente su madre hasta la mayoría de edad. tres días después de la muerte del rey, comenzaba la Primera Guerra Carlista.
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