El duque Guillermo IV de Baviera (1493-1550), no es uno de
los personajes más recordados de la historia de Alemania y menos de la Historia
Universal, pero millones de personas en el mundo hoy, están disfrutando de la
cerveza más pura gracias a una ley que él dispuso en 1516, la Ley de Pureza o "Reinheitsgebot"

Esta ley que el duque de Baviera promulgó el 23 de abril de
1516, detallaba como debía servirse y fermentarse la cerveza en verano e
invierno, y establecía que entre el 29 de septiembre y el 23 de abril (San
Miguel y San Jorge respectivamente), un Mass de cerveza debía ser vendida
por no más de un pfennig, (el Mass, era la medida bávara equivalente a 1,069
litros), y el resto del año por no más de dos pfennig.
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Guillermo IV de Baviera |
También regulaba el servicio de cerveza por los posaderos, y
por sobre todo la medida más importante y aunque no lo sepamos es, se puede
decir, la receta universal que hace que hoy disfrutemos de la cerveza como la
conocemos. Disponía que de ahora en adelante (23 de abril de 1516) en todas las
ciudades, campos y mercados ninguna cerveza debía ser elaborada con otros
ingredientes que no fueran cebada, lúpulo y agua, el que infligiera esta ley,
sería castigado con la incautación de todos sus barriles.
La ley aparte de intentar frenar el adulteramiento de una
bebida que era tradicional en la dieta de la población, también quería reservar
la producción de trigo y centeno a la elaboración de pan, evitando así la
escasez, encarecimiento y posibles revueltas y favorecer el comercio de cebada,
de cuyo cereal el duque pretendía tener el monopolio.