Los autores griegos nos dejaron el relato de sacrificios de niños, realizados por los cartagineses, estos fenicios de occidente.
Cuenta Diodoro de Sicilia, que vivía en el siglo I a.C., que a continuación del ataque conducido por Agatoclo, tirano de Siracusa, en el año 310 a.C. hasta los muros de la ciudad, los cartagineses, con el objeto de aplacar a los dioses,decretaron un sacrificio público de 200 niños, elegidos entre las más ilustres familias.
Voluntariamente, otros ciudadanos ofrecieron a sus propios hijos, había 300 de ellos. Estos sacrificios horrorizaron a los griegos y a los romanos, que los prohibieron luego de la destrucción de Cartago en el 146 a.C.

Por su parte los profetas de Israel criticaron prácticas parecidas a las de los canaanenses, es decir, los fenicios.
La arqueología y la filología han esclarecido los problemas que parecían plantear estos testimonios.
Efectivamente, algunos autores ponen en duda los relatos de los antiguos y ven allí nada más que calumnias en contra de los cartagineses, sus viejos enemigos.

Al realizarse las excavaciones ne el recinto sagrado de Cartago, en 1921, aparecieron esqueletos de niños quemados. Estos restos alcanzaron una altura de tres metros, lo que representa millares de sacrificios humanos.
A propósito este recinto funerario llamado tofet, que en hebreo significa hoguera.
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Excavaciones en el Tofet de Cartago |
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Escultura del dios Baal - Hammon |
Los fenicios creían rejuvenecer a la ciudad envejecida y a los dioses mismos con la sangre de los sacrificios, otorgándole carácter divino a las víctimas.
Las deidades destinatarias de estos sacrificios eran los protectores de la ciudad: Baal-Hammón y la diosa Tanit.
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Busto de la diosa Tanit |
Durante mucho tiempo se creyó que el dios beneficiario de estos holocaustos se llamaba Moloch, una forma del semítico melk, que significa rey. Ahora sabemos que molk, nuestro Moloch, de ninguna forma designa a una deidad, sino al sacrificio mismo que consistía en quemar a la víctima.
FUENTE: Mundos Desaparecidos - Desde los egipcios a los mayas - Editorial Sigmar
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