LA VIDA DE LOS ESCLAVOS EN LA ROMA ANTIGUA

Gran parte del pueblo de Roma y de su imperio eran esclavos. Muchos de ellos habían llegado a Roma como prisioneros de las guerras en el extranjero.

Eran vendidos y los beneficios pasaban al estado para ayudar a sostener la guerra. Una vez vendido, el esclavo se convertía en propiedad personal de su dueño. Los hijos heredaban los esclavos de sus padres.

Esclavos en venta en el mercado

Los romanos no utilizaban a los esclavos solamente para realizar tareas pesadas y desagradables. Podían trabajar como sirvientes domésticos, permanentemente, sirviendo las comidas y cuidando a los niños. O bien podían actuar como secretarios de su amo y cuidar de sus asuntos de negocios.

Esclavas ayudando a su ama

Algunos hombres de fortuna dirigían grandes comercios cuyo personal estaba totalmente compuesto por artesanos esclavos. Esto fue lo más aproximado a una fábrica que hubieran conocido los romanos. Los grandes terratenientes confiaban en sus esclavos para trabajar en sus posesiones rurales. Muchas familias podían mantener sólo uno o dos esclavos domésticos. Pero algunos hombres de fortuna tenían cientos.

Esclavos sirviendo agua

Oficialmente, la ley romana trataba muy duramente a los esclavos. Durante mucho tiempo no existieron límites establecidos respecto a cuán opresivamente podía tratar un amo a su esclavo. Todo lo que podía aspirar un esclavo era tener la suerte de dar con un amo bondadoso, ya que no tenían ninguna clase de derechos y su dueño podía hacer con ellos lo que quisiera.

Mercado de esclavos

Hubo gente que se interesó por sus esclavos, pagándoles una educación y prestándoles dinero para iniciar algún negocio. Muchos esclavos podían ahorrar lo suficiente para comprar su libertad, y muchos otros fueron manumitidos, esto es, liberados por sus amos sin recibir pago alguno.


FUENTE: Grandes Civilizaciones - Antigua Roma - Editorial Sigmar










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