JASÓN Y LOS ARGONAUTAS

La búsqueda del vellocino de oro

Jasón era hijo de Esón, rey de Yolcos, en Tesalia. Cuando Esón fue desposeído del trono por su hermanastro Pelias, mandó a su hijo, que aun era un niño, a la gruta de centauro Qirón, pues temía que Pelias pudiera hacerle algún daño; algunos mitos relatan que su verdadero nombre era Diomedes, pero que este fue cambiado por el de Jasón para que fuera más difícil su búsqueda.

Jasón y los Argonautas, en la nave Argo

Jasón fue educado por el sabio centauro, y dejó su gruta cuando fue lo bastante mayor para ir a reclamar el reino de su padre. Pelias le prometió devolverle la dignidad real si llevaba el vellocino de oro a la ciudad. De este modo Jasón partió a la Cólquida para regresar victorioso.

Jasón y los Argonautas en la Cólquida

En la ciudad de Ea había una gran confusión; en algún punto del río Fasis se había visto atracar una nave. A bordo había unos cincuenta hombres, pero solo descendió uno, que se dirigió con paso seguro al palacio del rey Aetes.

Una vez hubo llegado a la residencia del monarca, fue recibido inmediatamente, y ante la familia real comenzó a hablar. Se llamaba Jasón, y venía de la lejana Tesalia; era muy hermoso, radiante como Sirio, y la mirada de todo el mundo estaba pendiente de él mientras hablaba.

Jasón y Medea

Relató que había sido enviado por el rey de Yolcos, que habían construido una nave llamada Argo, y que muchos héroes habían acudido de toda Grecia para formar parte de la expedición de los Argonautas. Describió también el viaje, largo y peligroso, en el cual había perdido a varios de sus compañeros; su llegada a la Cólquida, en la desembocadura del río Fasis y su desembarco en la ciudad.

También le hizo saber que su misión era la de volver a llevar a Yolcos el Vellocino de oro, la piel del carnero que Frixo había sacrificado a Zeus y que Aetes custodiaba.

El rey que había escuchado atento u silencioso toda la narración, le dijo a Jasón que obtendría lo que buscaba, si antes superaba tres pruebas que comenzarían al día siguiente.

La ayuda de Medea fue fundamental en el triunfo de Jasón
Aquella noche Jasón durmió tranquilo, pero Medea, la joven hija del rey, sabía que el extranjero nunca podría superar las pruebas, y ese pensamiento no la dejaba en paz. Era una hechicera, experta en el uso de las hierbas, pero no conocía remedios para el amor que sentía ya por Jasón.

A la mañana siguiente tuvieron lugar las pruebas. En la primera, Jasón debía arar un campo con un arado de acero arrastrado por dos toros con el hocico y los pies de bronce, que emanaban fuego. Medea le puso, sin que nadie se diera cuenta, una pomada mágica que lo protegiera de las llamas, y gracias a ella Jasón logró trazar el surco en el suelo.

La segunda prueba consistía en matar a los gigantes nacidos de los dientes de un dragón que Aetes había sembrado. Tampoco fue difícil para Jasón superar la prueba, siguiendo el consejo de Medea: arrojó contra ellos una gran piedra que los dejó sin vida.

Para obtener el vellocino de oro, faltaba tan solo matar al dragón que lo custodiaba. Entretanto, Aetes decidía con sus hombres como detener a los Argonautas si Jasón lograba superar la tercera prueba. Medea les oyó, y corrió a adormecer al dragón con sus pociones; Jasón tomó el vellocino y huyó con Medea antes de que Aetes pudiera llevar a la práctica sus planes. El viaje de regreso no fue fácil, pero las artes mágicas de Medea ayudaron una vez más a los Argonautas. Finalmente, Tesalia apareció en el horizonte. La misión estaba cumplida.


Jasón escapa con el vellocino de oro

FUENTE: El maravilloso mundo de la Arqueología - Mitos - Los Argonautas - Planeta DeAgostini






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