De entre las criaturas infernales, las Furias, también llamadas Erinias, sobresalen por mor de sus funciones y misiones. Se encargaban de castigar a quienes denostaran la institución familiar, y llevaban a cabo las venganzas que los mortales olvidaban. También tenían encomendado el reparto equitativo de los castigos.

Eran deidades cuyo origen tuvo lugar en la tierra que la sangre de Urano regara, después que Cronos hubo seccionado sus órganos genitales con una hoz fabricada de diamantes.
Sus figuras aladas, con cuerpos de mujer de oscura piel, y con sus cabezas repletas de serpientes enroscadas, imponían temor al contemplarlas.
Siempre portaban en sus manos antorchas, cuchillos y látigos, para mejor llevar a cabo su cometido. En realidad cumplían con el deber de protectoras de la disciplina y el orden en el mundo de los mortales.

Las asociaciones diversas, así como la célula más simple del entramado social, cual es la familia, gozaban de la protección efectiva de las Furias.
Perseguían, de manera especial, a los criminales y asesinos y, en este sentido, aparecen como protagonistas de algunas historias míticas que relatan hechos luctuosos y terribles.
Por ejemplo, aceptan intervenir cuando Meleagro mata en el fragor de una discusión, a sus tíos.

Las Furias aconsejaron a Clitemnestra que matara a su marido para que éste, no se percatara de la infidelidad de aquella. Clitemnestra era la esposa de Agamenón y, en ausencia de su marido a causa de la guerra de Troya, mantuvo relaciones íntimas con un primo suyo. Al regreso de Agamenón decidió asesinarlo para que nunca llegara a saber que su mujer había cometido adulterio.

Mas, Orestes, hijo de ambos, viviría para vengar la muerte de su padre y, en cuanto se le presentó la ocasión, mata a su madre. Las Furias lo perseguirán por este criminal acto y se verá obligado a huir de ellas durante toda su vida.
Las Furias tenían su morada en el mundo subterráneo e infernal que constituía los dominios de Hades.
Solo abandonaban la morada del Averno cuando los mortales las invocaban con un conjuro. Por lo general no se les nombra en vano para no provocar su ira.
En ocaciones se emplean epítetos como por ejemplo "las Bondadosas" (Euménides) o "las Venerables" (Semnas).
FUENTE: Mitología Universal - Hades/Pluton - Las Furias - Nueva Lente
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