El ataque soviético contra Berlín, precedido por duros ataques aereos, se inició el 26 de abril por la mañana desde todas partes.
La resistencia de los alemanes fue feroz, y aprovecharon habilmente los edificios en ruinas y los escombros para disparar desde ahí a los zapadores rusos que abrían camino para la infantería y los tanques. Pero la aplastante superioridad numérica soviética aseguró el colapso final de la resistencia alemana.

Por la noche del 29 de abril la guarnición había sido cortada y separada en tres zonas y el gran premio del Edificio del Reichstag estaba al alcance. Su captura fue encomendada al LXXIX Cuerpo de Fusileros del mayor general Perevertkin. El ataque se lanzó en tres fases: primero se capturó y aseguró el puente Moltke, luego se tomó el edificio del Ministerio del Interior (Cuartel general de la Gestapo). Una vez asegurados éstos, en la mañana del 30 de abril, el general Perevertkin decide asaltar el Reichstag, pero los ataques de las 4:30 y de las 11:00 horas, fueron repelidos por fuego concentrado de armas cortas alemanas. Luego a las 18:00 horas se lanzó un nuevo ataque tras un duro bombardeo de artillería.

El Reichstag
El Reichstag estaba defendido por tropas de las SS y de la Guardia Territorial, reforzados por un destacamento de la Escuela Naval y apoyados por baterías de artillería situadas en el Jardín Zoológico. Los alemanes habían transformado el Reichstag en una fortaleza. Las plantas inferiores habían sido reforzadas con cercas de acero y hormigón, y las ventanas y puertas tapiadas excepto para troneras. Delante del edificio se habían cavado e inundado trincheras y un foso antitanque, las calles que llevaban al Reichstag estaban barradas y minadas.
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El Reichstag en ruinas |
En la Plaza, se habían apuntado varios cañones de 88 mm hacia el puente Moltke para intentar impedir la llegada de refuerzos rusos.
La cúpula, destruido su interior y reducida a un armazón de acero, estaba envuelta en humo y polvo. Secciones enteras del edificio habían sido derribadas por proyectiles explosivos.

Los rusos sufrieron graves perdidas al penetrar en el Reichstag. Tuvo lugar un desesperado combate por cada sala, en el que los alemanes utilizaban cualquier arma que podían encontrar: fusiles, pistolas, bazookas, granadas, ametralladoras. Sus armas se calentaron tanto de disparar incansablemente que no se podían tocar.

A través de los escombros, el 30 de abril, el capitán S.A. Neustroyev condujo a sus hombres al Reichstag; uno llevaba la Bandera Roja y la fijó en una columna de la entrada principal a las 14:25 horas. Después algunos soldados rusos subieron al tejado y la izaron allí para ondear triunfalmente sobre la ciudad en ruinas.

La lucha continuó hasta la mañana del 2 de mayo, cuando los últimos alemanes atrapados en los sótanos, finalmente se entregaron. De los 5000 defensores, alemanes alrededor de 2500 fueron muertos y los demás fueron hechos prisioneros.
FUENTE: Las grandes batallas de la Segunda Guerra Mundial (Editorial Rombo)